Escribo desde El Barrio, Nueva York, donde empecé a experimentar con la creación de libros. Gracias a la generosidad de la artista puertorriqueña Tanya Torres, y su Galería Mixta, aquí reconocí mis ganas de escribir sin tapujos, acompañadas por las de publicar sin otra aprobación que no fuera la nuestra...
Irene Vallejo sostiene que “el poder y la palabra, esos hermanos mellizos, se han abierto a muchas mujeres” y nos muestra historias de la Grecia clásica donde figuran Aspasia, Lala y Hortensia. Sofía, nuestra zapoteca-mixe, cuyo nombre es un remanente griego que nos llega allende los mares de occidente, es ejemplo de mujeres de sabiduría, contadas y contundentes, cuya lengua polífona es nuestra herencia de voz...
Solo hay una Michelle Obama pero 3.7 billones de historias de mujeres que día a día vivimos los retos de la discriminación de género, de raza, de edad, de credo y que gracias al apoyo de nuestros padres, la familia, la sociedad o una voluntad férrea individual hacemos una vida.
Me enseñaron desde pequeña a callar, a decir poco, a no hacer ruidos inapropiados, a no mostrar dolor, angustia, tristeza. Me enseñaron que el dolor se vive en soledad y como me decía mi madre en sus momentos de angustia silenciosa y profunda: “la procesión se lleva por dentro”.
Al respecto del día internacional de la mujer, le comentaba a una amiga poeta lo difícil que resulta en la práctica lectora cotidiana ser consecuente con la sororidad o simplemente con la curiosidad e indagación de voces de mujeres. En la literatura, en el campo social, en la filosofía y hasta en la literatura infantil las mujeres seguimos siendo percibidas como voces otras, raras y escasas...
Hay una, la que está compuesta de chambritas, tonos azul y rosa, globos, caricias, abundante leche y miel. Esta maternidad pervive en álbumes de fotografías de cumpleaños con pastel apagando velitas, regalos y convivios, vacaciones jugando en el salpicón arenoso de las olas, alhajeros que guardan dientes pequeñitos, mechones de cabellos...
“La vida enferma” posee un abanico de lecturas que acompañan una visión rara, de un mundo raro, en una coyuntura rara. Lo que nos ubica, después de todo, en el momento perfecto para leer este nuevo libro de Hernán Vera Álvarez o simplemente Vera.
Carolina A. Herrera es una escritora que trasciende los géneros, que escribe historias a partir de una foto, cuentos a partir de estados de Facebook, poemas a partir de colores. Leerla es sentir la resonancia de Amparo Dávila y su pasión por el suspenso, de Elena Garro y su tenacidad al narrar historias donde se cuestiona el tiempo lineal, Socorro Venegas y su obsesión con los objetos que están dentro de las casas. Carolina escribe y forma parte de una tradición de mujeres que escriben sobre mujeres, mujeres que nacieron para contar las historias que nadie más quiso contar...
Además de la confrontación con disciplinas que han sido utilizadas como arma en contra de la conciencia en ciernes del sujeto femenino, Arco de histeria es una obra que construye un contradiscurso que cuestiona el poder de enunciación de los sujetos masculinos, su agencia aparente, su privilegio desproporcionado. A orillas de la gran valla de la marcha del 8 de marzo en CDMX cabe preguntarnos, ¿quién es el histérico ahora?
Ofrezco mi corazón como una diana de la poeta puertorriqueña Johanny Vázquez Paz fue el poemario ganador en 2018 del Paz Prize for Poetry creado por el Centro de Escritura y Literatura de Miami Dade College en 2012. Hay dos títulos de autores norteamericanos contemporáneos que me vienen a la mente en estos momentos a propósito: el cuento El corazón delator (1843) de Edgar Allan Poe y la novela El corazón es un cazador solitario (1940) de la autora Carson McCullers...
Mi madre me mira con amor y ojos cansados. No sabe que me pinto los labios de rojo. No sabe que me pongo sus botas. Sus diez pares de botas de tacón escondidas debajo de su cama King...
Me piden que sea un cuerpo. Me piden que sea esto suficiente de aquello como aquello. Pero nunca como eso. Quieren que escriba poesía, poesía tan solemne como la de Cavafy cuando salió de Ítaca. Que produzca incontables ensayos académicos citando a Benjamin y cuestionando a Butler. Que gane dinero suficiente para alimentar bien a mi gato. Quieren que coma saludable y que no engorde.
Yo andaba buscando un edificio en el barrio de Pilsen para arrojarme a la banqueta y dar mi vida por terminada. Por varios días anduve buscando un edificio apropiado del cual saltar, pero la búsqueda no resultó ser tan fácil. Claro, sí había algunos edificios de tres pisos, pero algunos no eran de mi agrado...
Atraer a la pareja perfecta es un reto para todos los machos. Un ave del paraíso fastuosa puede pasar toda su vida trepada en un palo en medio de la jungla de Nueva Guinea desplegando su brillante plumaje en formas aerodinámicas hasta parecer un cometa, sin copular jamás. Las hembras, mucho menos llamativas que los machos, se limitan a observar la danza que les presenta el cortejante, y si les atrae lo suficiente, se acercan al palo (no es albur) y se dejan “pisar”. Si no, vuelan...
El sábado 27 de febrero, por la mañana, don Ramón Verdín falleció. Era dueño de El Trébol, una licorería única en el barrio de Pilsen que ha logrado sobrevivir al gentrification. Antes de la pandemia, en la parte de atrás del bar, algunos de los residentes con mayores raíces en el barrio se regocijaban entre bromas y risas, y uno que otro lamentaba su mal de amores. Y es que tal vez no haya residente de Pilsen, Chicago, que no haya pasado un momento de dicha o congoja escuchando a Chavela Vargas, Julio Jaramillo y Selena y ya con unos mezcales encima hasta los más entumidos nos atrevíamos a bailar. A manera de homenaje a don Ramón y a este icónico lugar publicamos una crónica escrita al alimón por Raúl Dorantes y Febronio Zatarain.
Parafraseando a un personaje de El tren no viene, la novela de mi cuate José Luis Perdomo, podríamos decir: “De repente, y por ahí, entre tantas balaceras, huracanes y virus, se cuela una muy feliz noticia: que le dieron el premio John Reed a don Rafael Rodríguez Castañeda”.