Superar las fronteras de los países pequeños: Entrevista con Sergio Ramírez

Superar las fronteras de los países pequeños: Entrevista con Sergio Ramírez

Sergio Ramírez es un autor prolífico; entre sus obras se encuentran Castigo Divino, Mil y una muertes, Flores oscuras. Desde joven le interesó la difusión de la cultura y fundó la revista Ventana. En la década de 1970 encabezó el grupo de intelectuales, religiosos, empresarios y dirigentes civiles que respaldaron al Frente Sandinista de Liberación Nacional, que se oponía a la dictadura somocista. Y con el triunfo de la Revolución, llegó a ser parte de la Junta de Gobierno. En 1996 se retiró de la política y regresó de lleno a la escritura. Además de la ficción, Ramírez ha ejercido el periodismo.

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Su obra literaria comienza a darse a conocer en el momento en que el boom de la literatura latinoamericana estalló (1960-1970). ¿De qué manera esto ayudó, condicionó o ensombreció su producción literaria?

Esta circunstancia la iluminó en muchos sentidos, porque tuve muchos maestros a mano, no sólo Cortázar, Fuentes, Gabo, Vargas Llosa, los cuatro clásicos del boom, también a Carpentier, Rulfo, Lezama, Donoso, que obtuvieron una gran difusión entonces.

Pero todo ese gran resplandor hizo difícil a los de la siguiente generación colarse. Mis primeros libros fuera de Centroamérica no se publican sino en 1976 en México (mis cuentos de Charles Atlas también muere) y en España (mi novela ¿Te dio miedo la sangre?) que se traduce a bastantes idiomas. Mientras tanto fui un autor de difusión centroamericana, no por culpa de la sombra del boom, sino porque superar las fronteras de los países pequeños ha sido hasta ahora mismo difícil para un joven.

 

En las décadas de 1970 y 1980, la guerra en Centro América se intensifica y usted toma partido por el Frente Sandinista; después de la revolución, forma parte de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional. ¿Cómo se puede realizar el papel de escritor y el de político sin dejar de ser crítico y autocrítico?

La dificultad es muy grave, sobre todo si a través de la literatura uno busca enjuiciar la época que está viviendo, de la que se es no un testigo sino protagonista. Y en esto de protagonista reside la esencia del asunto. En una obra de ficción se necesita de libertad absoluta, y desde el poder un escritor que es actor en esa revolución no la tiene, porque es por antonomasia un propagandista. Cuando reemprendí mi escritura en 1985 yo elegí alejarme del escenario contemporáneo y me fui a buscar un tema como el de mi novela Castigo Divino, medio siglo atrás.

 

En retrospectiva, la violencia ha regresado a Centro América. Las formas y los orígenes son otros. A pesar de las épocas, ¿existe una relación entre las raíces de la violencia en ambas épocas y de qué manera?

La raíz sigue siendo la desigualdad social. Un cuarto de siglo después de las guerras de los ochenta, los abismos de pobreza siguen siendo hondos, y la injusticia en la distribución de la riqueza evidente. Es otro tipo de violencia, pero con la misma raíz. No es una violencia que busca cambiar la sociedad, sino una violencia criminal, pandillas juveniles, narcotráfico, pero viene desde abajo, y se alimenta allí, en la miseria.

 

En esta época, tan marcada por la violencia en todo el territorio que conformaba Mesoamérica, ¿cuál es la función del arte y más específicamente de la literatura? ¿Y todavía se podría hablar de la escritura frente al orden establecido?

Los escritores siguen teniendo el papel de cronistas de los hechos, que transforman a través de la imaginación. Son los testigos privilegiados de todas las ocurrencias de la vida cotidiana trastocada por la violencia, el miedo, la inseguridad, la corrupción, la movilidad social forzada que provocan las emigraciones masivas que se originan también en la pobreza. No es un papel de denuncia, sino de registro. Un buen registro es suficiente para desnudar las situaciones tristes y terribles que hoy vive Mesoamérica.

 

Después del ocaso del boom, se ha hablado de un rompimiento con dicha literatura. Pienso en la generación del crack, por ejemplo. ¿Existe alguna nueva corriente literaria en el continente americano que sea tan trascendente como lo fue la obra de Cortázar, Márquez, Borges, Rulfo y Fuentes, entre otros?

El boom es un fenómeno imposible de reducir, ni creo que nadie lo pretenda. Si nos fijamos bien, nunca tuvo un programa, ni siquiera un manifiesto, nunca funcionó como grupo literario; fue una coincidencia de talentos, de genio literario, capaz de provocar una ruptura. Hoy las rupturas se van dando una tras otra, y tenemos una nueva literatura que siempre se está haciendo, y ya hay una literatura del siglo veintiuno. Son mucho más escritores, una camada tras otra, más diversos.

 

¿Cuál es el estado actual de la producción literaria en Centro América?

Es una literatura emergente, que pugna por dejar atrás sus fronteras. Repito que en países tan pequeños e incomunicados no es fácil, pero yo me apunto entre quienes buscan proyectar este fenómeno, hacerlo conocer, a través de revistas como Carátula, encuentros como Centroamérica Cuenta. Y hoy en día la narrativa está ganando terreno a la poesía, que ha sido nuestro género más arraigado.

 

Ya por último, las revistas literarias han jugado un papel importante en su trayectoria como escritor; actualmente dirige la revista digital Carátula; ¿cuál es la función de las revistas en la literatura? ¿Cree que el final del libro y las revistas impresas se encuentre cerca?

Carátula es una revista solamente electrónica porque no tenemos los medios para sacar una edición impresa. Pero esta limitante ha probado ser una ventaja, pues tenemos una circulación por número bimensual cercana a los 25,000; con una revista de papel eso no sería posible. Y cumplimos la función que nos proponemos, la de crear un puente de doble vía para los escritores centroamericanos, de adentro hacia afuera y viceversa.

En cuanto a los libros y revistas impresas, lo que vislumbro es una convivencia de muchos años con los libros y revistas electrónicos.

 Sergio Ramírez en la red y Revista Carátula.

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