Nelson Algren y Simone de Beauvoir: un idilio literario

Nelson Algren y Simone de Beauvoir: un idilio literario

<p style="text-align: center;"><strong><img src="../wl-galeria/wzuvxbaqvq_med.jpg" alt="" width="600" height="453" /><br /></strong>Nelson Algreen y Simone de Beauvoir.</p> <p>Los escritores Nelson Algren y Simone de Beauvoir sostuvieron un romance intenso de pel&iacute;cula ocurrido a fines de la d&eacute;cada de 1940 y comienzos de la d&eacute;cada de 1950.</p> <p>El idilio entre los autores se llev&oacute; a cabo en las ciudades de Chicago y Par&iacute;s, y marc&oacute; una etapa en la vida de ambos.</p> <p>Nelson era un autor popular que viv&iacute;a en el norte de Chicago y estaba a meses de volverse famoso por su novela <em>The Man with the Golden Arm.</em></p> <p>Beauvoir era una feminista emergente y asimismo era asistente del fil&oacute;sofo existencialista Jean-Paul Sartre. Tambi&eacute;n estaba a dos a&ntilde;os de ser reconocida por su libro <em>El segundo sexo.</em></p> <p>El encuentro entre ambos en 1947 fue casual y ocurri&oacute; cuando Beauvoir visitaba Nueva York. Ella tambi&eacute;n quer&iacute;a visitar y conocer Chicago. Una conocida en com&uacute;n le proporcion&oacute; el tel&eacute;fono a Simone.</p> <p>Algren viv&iacute;a en un apartamento peque&ntilde;o en el 1523 al oeste de la calle Wabansia, en West Town. Entonces pagaba diez d&oacute;lares de renta al mes. Algren se encontraba en la cocina cuando son&oacute; el tel&eacute;fono.</p> <p>&ldquo;Yo estaba merodeando cerca de la estufa tratando de cocinar algo&rdquo;, dijo Algren al entrevistador H.E.F. Donahue.</p> <p>Algren estaba acostumbrado a recibir llamadas equivocadas de gente polaca que gritaba en el tel&eacute;fono pero esta voz era diferente, ten&iacute;a un tono alto y sonaba como un rechinido. Algren contest&oacute;: &ldquo;N&uacute;mero equivocado&rdquo; y colg&oacute;. El tel&eacute;fono volvi&oacute; a sonar y escuch&oacute; la misma voz. Algren volvi&oacute; a colgar.</p> <p>Una media hora despu&eacute;s alguien m&aacute;s llam&oacute;, era otra voz que le suplic&oacute;: &ldquo;Por favor, no vaya a colgar, hay alguien aqu&iacute; que le interesa hablar con usted&rdquo;.</p> <p>Esta vez era la voz de una mujer con un acento franc&eacute;s y le dijo su nombre pero Algren no reconoc&iacute;a el nombre y Algren se atrevi&oacute; a preguntar: &ldquo;&iquest;En d&oacute;nde est&aacute;s?&rdquo;</p> <p>Ella le contest&oacute; que estaba en el &ldquo;Petit Caf&eacute;&rdquo; y agreg&oacute; las palabras &ldquo;Palmer House&rdquo;, hotel famoso de Chicago.</p> <p>Algren se cambi&oacute; y se march&oacute; al centro de la ciudad quiz&aacute;s pensando que se trataba de una broma.</p> <p>Ya en el caf&eacute;, Algren dud&oacute; en acercarse a la mujer cuyos ojos le fascinaron y despu&eacute;s de estar pens&aacute;ndolo varios minutos decidi&oacute; aproximarse a la escritora con la que inici&oacute; una conversaci&oacute;n.</p> <p style="text-align: center;"><img src="../wl-galeria/tltcxyryvf_med.jpg" alt="" width="600" height="410" /></p> <p>&ldquo;No ten&iacute;a ninguna idea de lo que me estaba hablando&rdquo;, record&oacute; Algren despu&eacute;s. &ldquo;Me parec&iacute;a que estaba tratando de decirme algo, yo no sab&iacute;a qui&eacute;n era pero su acento era franc&eacute;s&rdquo;.</p> <p>Despu&eacute;s de ese encuentro, Algren supo que se trataba de la escritora Simone de Beauvoir quien adem&aacute;s era la asistente del fil&oacute;sofo Jean-Paul Sartre. Ella se qued&oacute; tres d&iacute;as en la ciudad. Ah&iacute; naci&oacute; un romance entre estas dos figuras literarias.</p> <p>Para ese a&ntilde;o Algren ya hab&iacute;a escrito <em>Never Come Morning</em> (1942) y <em>The Neon Wilderness</em> (1947). Algren le deb&iacute;a su reputaci&oacute;n a los cuentos que hab&iacute;a escrito sobre los personajes que poblaban las calles de las calles Milwaukee y Divisi&oacute;n, en Wicker Park. En ese entonces todav&iacute;a era un barrio polaco.</p> <p>Al escritor Algren le encantaba crear sus personajes a partir de la gente que conoc&iacute;a en las calles y barras del barrio West Town que por lo regular eran boxeadores, prostitutas y jugadores de naipes.</p> <p>Por su cuenta, Simone de Beauvoir ya habia escrito <em>She Came to Stay</em> (1943), <em>The Blood of Others</em> (1945) y <em>All Men Are Mortal</em> (1946).</p> <p>Pero los dos escritores a&uacute;n no hab&iacute;an escrito sus obras magnas: <em>The Man with the Golden Arm</em> (1949), de Nelson Algren y <em>El segundo sexo</em> (1948), de Simone de Beauvoir.&nbsp;</p> <p>Durante esta primer visita, Algren llev&oacute; a de Beauvoir a conocer la silla el&eacute;ctrica en la c&aacute;rcel del Condado de Cook, el mercado Maxwell Street (a&uacute;n hay una foto que los registra en ese mercado) y las barras de la calle Madison. Tambi&eacute;n visitaron un show de <em>burlesque</em> y una misi&oacute;n cristiana en donde los desamparados buscaban un techo para pasar la noche.</p> <p>&Eacute;se era el &ldquo;verdadero Chicago&rdquo; en el que Algren merodeaba, de ah&iacute; sal&iacute;an ideas y personajes para sus cuentos.</p> <p>Cuando Algren llev&oacute; a la escritora a una de las barras que frecuentaba en su vecindario, le coment&oacute; que era para que conociera los &ldquo;personajes siniestros&rdquo; del barrio. Ella lo tom&oacute; en broma y le respondi&oacute; que ah&iacute; &eacute;l era el &uacute;nico siniestro.</p> <p>Despu&eacute;s de marcharse de regreso a Francia, Simone de Beauvoir y Algren continuaron comunic&aacute;ndose a trav&eacute;s de cartas, las cuales ahora se han convertido en una fascinaci&oacute;n para los amantes de los libros de Algren y de Beauvoir.</p> <p>El romance se reanud&oacute; en 1948 cuando Simone visit&oacute; a Algren por dos meses. En esta segunda ocasi&oacute;n los dos viajaron por el r&iacute;o Misisipi en un buque de vapor con destino a Nueva Orleans, ciudad que la francesa deseaba conocer.</p> <p>De ah&iacute; la pareja viaj&oacute; a Guatemala y luego a Yucat&aacute;n, M&eacute;xico, donde ella quer&iacute;a conocer las ruinas mayas. De Yucat&aacute;n los dos viajaron por auto a la Ciudad de M&eacute;xico y de ah&iacute; a Morelia, Michoac&aacute;n.</p> <p>Fue en Morelia que la fricci&oacute;n entre los dos los hizo irritarse ya que Algren buscaba una relaci&oacute;n m&aacute;s permanente pero sab&iacute;a que de Beauvoir nunca podr&iacute;a abandonar su trabajo al lado de Sartre, ya que ella era su asistente desde joven.</p> <p>Simone tampoco dejar&iacute;a Francia para irse a vivir a Estados Unidos, que por cierto miraba con cierto desd&eacute;n.</p> <p>De regreso a Nueva York, ambos pasaron dos semanas en un hotel tratando de reconciliar sus diferencias hasta que la escritora parti&oacute; de nuevo a Francia a fines de septiembre de 1948.</p> <p>Sabiendo que ella era feminista &mdash;seg&uacute;n los que han escrito sobre la pareja&mdash; Algren le propuso a de Beauvoir que escribiera sobre la mujer. Y de esa iniciativa, dicen, surgi&oacute; <em>El segundo sexo,</em> un libro que revolucion&oacute; el pensamiento sobre la mujer, no solo en Francia sino en el mundo entero.</p> <p>En la ausencia de su amante, quiz&aacute;s para escapar de su depresi&oacute;n y nostalgia, Nelson Algren se encerr&oacute; en su peque&ntilde;o apartamento en West Town y escribi&oacute; <em>The Man with the Golden Arm</em>, novela situada en las calles de la Divisi&oacute;n y Damen; que por cierto, ahora son calles gentrificadas.</p> <p>En 1949 Nelson Algren tom&oacute; un barco y parti&oacute; a Francia para promover su nuevo libro pero tambi&eacute;n para pasar tiempo con Simone. Ella lo hosped&oacute; en su peque&ntilde;o apartamento del quinto piso en la Rue Boucherie.</p> <p>Durante ese viaje, Algren tambi&eacute;n conoci&oacute; a Jean-Paul Sartre, a la actriz y cantante Juliette Greco y sostuvo conversaciones con Albert Camus, el escritor existencialista, y con el escritor Jean Cau.</p> <p>Algren disfrut&oacute; los d&iacute;as al lado de su amor imposible. Visitaron los sitios m&aacute;s populares, como el Caf&eacute; de Flore. Ya para entonces Algren hab&iacute;a aceptado que era solo una ilusi&oacute;n suya que Simone abandonara su trabajo al lado de Sartre y que decidiera vivir como esposa en Estados Unidos.</p> <p style="text-align: center;"><img src="../wl-galeria/ldyhjukmqg_med.jpg" alt="" /></p> <p>Algren regres&oacute; resignado a la ciudad que &eacute;l amaba: Chicago, y le pidi&oacute; a Simone de Beauvoir nunca escribir sobre su relaci&oacute;n &iacute;ntima. En 1954, sin embargo, cuando ella p&uacute;blico su novela <em>The Mandarins</em>, Algren se enfureci&oacute; cuando ley&oacute; el libro y not&oacute; que ella hab&iacute;a creado un personaje estadunidense basado en Algren.</p> <p>Quiz&aacute;s para olvidar, Nelson se volvi&oacute; a casar con su esposa americana a la que ya hab&iacute;a abandonado y en el &aacute;mbito literario le toc&oacute; sortear varias controversias por su novela <em>The Man with the Golden Arm. </em>La comunidad polaca pens&oacute; que &eacute;l los estaba denigrando al escribir una novela sobre un personaje polaco-americano llamado Johnny Majcinek quien era adicto a la morfina.</p> <p>Incluso, hasta el alcalde Edward J. Kelly removi&oacute; la controversial novela de las bibliotecas p&uacute;blicas, misma que despu&eacute;s se hizo pel&iacute;cula dirigida por Otto Preminger.</p> <p>Algren lleg&oacute; a ganar el National Book Award por <em>The</em> <em>Man with the Golden Arm</em>, el cual muchos recuerdan como el mayor reconocimiento que recibi&oacute; en vida.</p> <p>Siendo un producto de la Gran Depresi&oacute;n econ&oacute;mica de la d&eacute;cada de 1930, Algren ten&iacute;a tendencias de izquierda y en la d&eacute;cada de 1950, en plena histeria anti-comunista bajo el senador Joseph McCarthy, el FBI lo investig&oacute; y el Departamento de Estado le prohibi&oacute; viajar al extranjero a tal grado que le confisc&oacute; su pasaporte.</p> <p>Esto puso un punto final al idilio amoroso y literario de estas dos grandes figuras ya que le impidi&oacute; a Algren volver a Par&iacute;s a implorar su amor a la escritora francesa.</p> <p>A&ntilde;os m&aacute;s tarde Nelson Algren se mud&oacute; a un apartamento en la direcci&oacute;n 1958 al oeste de la Avenida Evergreen en Wicker Park, donde hoy en d&iacute;a se encuentra una placa de la ciudad marcando ese dato hist&oacute;rico.</p> <p>Entre los lugares que frecuentaba Algren mientras vivio en Wicker Park se encuentran The Rainbo Club, 1159 N. Damen, casi esquina con la Division; The Gold Star Tap, en el 1755 W. Divisi&oacute;n; Dottie&rsquo;s Pub &amp; Grill, calles Cortland y Winchester; y Phyllis Musical Inn, en el 1800 W. Divisi&oacute;n.</p> <p>Muy decepcionado de la ciudad que lo neg&oacute;, Algren se mud&oacute; de Chicago en 1975 y se fue a vivir a Peterson, New Jersey.</p> <p>En 1961 Algren hab&iacute;a escrito su obra maestra en prosa <em>Chicago: City on the Make</em>, la cual en bellas palabras po&eacute;ticas Algren describi&oacute; el car&aacute;cter voraz y de rapi&ntilde;a de los pol&iacute;ticos, magnates y gangsters que siempre han controlado la ciudad.</p> <p>Nelson Algren muri&oacute; el 9 de mayo del 1981 en Long Island, Nueva York, y Simone de Beauvoir, el 14 de abril de 1986, en Par&iacute;s. Sin embargo su intenso idilio sigue vivo en las mentes de sus lectores.</p> <p>&nbsp;</p> <p style="text-align: center;">&there4;</p> <p><strong>Antonio Zavala.</strong>&nbsp;Periodista freelance. Reside en Chicago.</p>