The Captivating World of 8½

In the spring of 1962, as Federico Fellini was scheduled to begin shooting a new feature film, he found that he had no ideas for the movie beyond the name of the protagonist. On set, in a state of panic and put in the position of raising a toast to the launching of production, the central conceit of the film came to him: 8 1/2 would be about a director seeking to make a movie as he fights a creative block and emotional confusion.

Leticia Cortez CoolTura

Pereza y música: un perfil de Charles Bukowski

Lo más probable es que ese hombre del que tanto hablan con desdeño los intelectuales metódicos y los escritores incipientes, con un fervor canónico, haya vivido una vida muy distante a la que conocemos a través de sus entrevistas, declaraciones y avistamientos en programas de televisión franceses, o en sus lecturas...

Mixar López CoolTura

La mujer migrante en tiempo de pandemia: tejiendo lazos de cuidado

Ya que la pandemia ha agudizado y evidenciado aun más la división de labores es momento de actuar ante la desigual sobrecarga del trabajo y cuidados no remunerado ejercido por las mujeres dentro del hogar. Asimismo, es indispensable plantear un sistema integral del reconocimiento salarial de las tareas ejercidas por las mujeres, de promover espacios seguros de cuidados para les hijes de madres trabajadoras...

Meloddye Carpio Ríos Dossier

El mundo cautivante de 8½

La película 8 ½ es un viaje emotivo e intelectual en la vida de cada ser humano que la mire. Este viaje nos lleva a comprender que el querer amar y ser feliz no es tan raro como parece. Al contrario, es tan común como pensar profundamente y entender que el existir exige pensar en lo que significa la felicidad no sólo en pareja...

Leticia Cortez CoolTura

Mexican Gothic de Silvia Moreno-García

Mexican Gothic no sólo es una formidable concepción sobre el terror y lo enigmático, sino que además, elabora una hipótesis novedosa sobre lo que puede ser como elaboración eficaz narrativa.

Aglaia Berlutti Dossier

¡Ay amor: si yo tuviera cuatro vidas...!

Me leí el libro completito sin haber escuchado una sola canción del disco compacto, sin haber bailado una sola pieza, sin haberme “contaminado de sudores, de olores, de movimientos de cadera... de vida” —como sugiere Laura Esquivel en su prólogo. Tal vez por eso yo no puedo juzgar a La ley del amor como se lo merece...

Humberto Gamboa CoolTura