La voz-mirada de la narradora de Cocodrilos en la noche ensambla imágenes para darles sentido, crea una cinta nueva, en forma de novela, como una continuación de las películas que ponía su padre en el proyector Súper 8. Con meticulosidad, dejándose llevar por el juego de la escritura y por momentos con humor, a través de esta colección de fragmentos, recuerdos, y conversaciones, la autora honra la memoria del padre.
Este volumen, editado por Melanie Márquez Adams y Gizella Meneses, es el primero que recoge textos de escritoras latinas en Estados Unidos, en los cuales resalta la muerte.
Desde el extrañamiento de lo cotidiano y la celebración del lenguaje, este poeta ofrece mucha poesía en los 23 textos que componen su primer poemario Para restarse.