El verso libre es el gran protagonista métrico del conjunto. Aunque se devela por momentos cómo la autora emplea a su antojo las estructuras más convencionales, colocando aquí y allá los versos menos usados en la poesía, para redundar en el dolor y la extrañeza de la voz poética. En “La lengua de los gusanos”, por ejemplo, decasílabos se alternan con eneasílabos para enfatizar la sorpresa ante el destino propio...