No había nadie. El apartamento de Valentina estaba vacío. Y sucio. Lleno de los restos de la noche anterior, como vasos de plástico rojo, botellas, latas de cervezas, un cenicero con puntas de cigarros de marihuana.
al tiempo de la inocencia y las risas cuando el amor no tenía nombre, no se definía y todo era pulsión
Crecí sin saber que había diferencia entre 33 y 43, porque para mí todo suena a horno genérico. Pero hoy aprendí que sí hay diferencia, por supuesto que la hay. Y es que a 33 todavía es posible respirar.
Yo voy a ser la de los dólares. Yo voy a ser la que va a vivir del otro lado legalmente. Yo voy a ser la que va a ir y venir a su mero gusto. Porque soy la única que tiene aspiraciones en esta familia, yo voy a ser la que tenga todo.
Apenas la ciudad tan extraña, tan ajena allá afuera. Por la ventana veo caer la nieve, y los pájaros, pájaros muertos, desgarrados, pedazos de pájaro cayendo con la nieve sobre la ciudad ajena.
squeaky clean sácale brillo a tu obediencia scrub scrub arráncate la lengua morenito
Ahora, a mis veintidós años, Madre veía en mí un vientre vacío. Desde que despaché a Osvaldo ella redobló sus esfuerzos por encontrarme marido. Tengo dos hijas que colocar, decía. Que con Luisa, feíta, pobre, tenía mucho que hacer.