Vale, esperanza

Vale, esperanza

 

 

OK mira, te voy a explicar lo que hay dentro de un dictamen sobre el último texto escrito por mi hija Valentina.

Vale ha comenzado a escribir, de hecho, ha publicado ya varias piezas (cuatro en total) en la revista digital El BeiSMan de Chicago. Las primeras dos se tradujeron al español y se publicaron también en 15Diario y en ScriptaMTY, ambas publicaciones de Monterrey, México, ella escribe en inglés, su primer idioma. Comenzó a publicar en octubre pasado. En su primer ensayo a poco menos de un mes de los comicios por la Presidencia de Estados Unidos, enfocó las campañas políticas. Valentina expuso su preocupación ante lo que se venía, vio la posibilidad de que Donald Trump ganara y desarrolló un texto valiente y valioso en el que retrata el perfil del tipo que hoy ocupa la Casa Blanca, hace cuestionamientos puntuales y deja clara su postura política.

Ofrezco los párrafos iniciales, en ellos se basa el artículo: “Intento ser una persona que no da a conocer sus convicciones políticas, religiosas o personales a través de las redes sociales, sobre todo si pueden ser consideradas controvertidas. No soy amiga de la confrontación, especialmente en algo tan divisivo. Pero en este caso es distinto. Estas elecciones son cruciales. 

“Para aclarar, no tocaré las políticas ni las posturas legislativas de ninguno de los candidatos. Obviamente importantes, pero para mí los asuntos en cuestión son su moral y su ética. ¿Cómo es que alguien puede ser el adecuado para dirigir toda una nación si es que no cuenta con la moral más rudimentaria? Empezaré por decir que estoy muy consciente de que ninguno de los candidatos es perfecto. Pero como se ha estado viendo, uno tiene fallas y el otro no tiene ni un ápice de decencia. Donald Trump es chovinista, racista, misógino y un bully lleno de prejuicios.

“¿Por qué pondríamos a este hombre como presidente, al frente de uno de los países más poderosos del mundo?”.

El segundo ensayo que Vale publicó lo escribió justo pasadas las elecciones, en él da cuenta de sus sentimientos tras el triunfo de Trump; habla de su dolor y le habla a quienes votaron por él, los encara y los cuestiona. Mira, te muestro estos fragmentos: “9 de Nov. de 2016.— ‘Por primera vez en mi vida, siento como si no perteneciera’. Ese fue el texto que recibí anoche de un amigo latino. Si eso no te parte el corazón, o si no entiendes por qué él y yo, y tantos otros se sienten de la misma manera, mi corazón se apena por ti. 

“No hay palabras para expresar lo profundamente triste que me encuentro por los resultados de estas elecciones. Me rompen el corazón. No dormí en toda la noche. Lloré. Sigo llorando por los resultados. Y no puedo entender por qué hay tanta gente que no comprende por qué esto es tan importante y por qué resulta tan devastador para tantos. 

“Estos no son los Estados Unidos que yo honro; los Estados Unidos diversos y hermosos de donde provengo. Estamos en tal retroceso con sólo una elección y hay tanta gente que no puede verlo. La gente de color, las mujeres, los inmigrantes, los discapacitados, los musulmanes, la comunidad LGBTQ… todos estamos dolidos. No obstante, hay tanta gente que no entiende el porqué. Mucha gente cree que nosotros las minorías estamos exagerando nuestra reacción. Imagina cuán indudablemente privilegiado tiene uno que ser con esa mentalidad. De veras deseo que puedan comprender lo que esto significa para nosotros”.

En otro momento dice: “Yo tenía 10 años cuando el presidente Obama fue electo. Ahora, a su salida, ya estoy en la universidad. Él fue mi infancia. No recuerdo haber vivido bajo ningún otro presidente. Y qué presidente ha sido. Él también representó la diversidad, la inclusión, la igualdad y la aceptación. Y ahora llegado el 20 de enero, los niños de este país crecerán bajo el liderazgo de este odioso hombre y su vicepresidente, y a esos niños se les enseñará que la xenofobia, el sexismo, la islamofobia, los prejuicios, el racismo, la exclusión y la intolerancia son cosas normales. Si nuestro presidente puede decir esas cosas y actuar de esa forma sin sufrir consecuencias, aprenderán a creer que son aceptables dichas cosas. Es vergonzoso y desalentador que tanta gente esté de acuerdo con esto”. 

Y termina dándole lugar a la esperanza, sobreponiendo el amor al odio: “Pero el amor triunfará. El amor, la igualdad y la justicia deben prevalecer. ‘Esta pérdida duele. Pero por favor nunca dejen de creer que luchar por lo correcto vale la pena’, (enfatizó Clinton al aceptar su derrota). Está en nosotros seguir de pie y hacer que se nos escuche. No podemos perder ante los prejuicios. Debemos continuar apuntando alto. Necesitamos continuar avanzando hacia adelante y convertirnos en un país que ama y acepta, A PESAR DE nuestro presidente.

“El amor siempre, siempre derrotará al odio”, concluye.

El siguiente trabajo que Vale publicó lo tituló The Black Snake, en alusión al oleoducto Dakota Access Pipeline que amenaza la salud del río más largo de América del Norte, el Missouri. 

Durante miles de años ese río ha provisto del agua necesaria para la vida a los habitantes originarios de la región. En la actualidad, millones de personas dependen de él para acceder a agua potable no contaminada. Pero actualmente se está construyendo el mencionado oleoducto. Los pueblos Dakota y Lakota (reserva de los Sioux) han impulsado un movimiento para luchar por la cancelación del oleoducto que envenenará las aguas del río.

En su texto Valentina da cuenta de la amenaza que enfrentan los miembros de la tribu de los Sioux de la Dakota del Norte, explica su lucha y las causas, denuncia la injusticia ambiental que implica el oleoducto, asimismo la contaminación del agua y expone la ominosa injusticia social. 

La cita del inicio: “El pueblo Lakota tiene una profecía sobre una serpiente negra que vendría y se arrastraría por la tierra y al hacerlo dañaría sitios sagrados, envenenaría el agua, y eventualmente destruiría la Tierra. Esta serpiente parece haber tomado forma en el Dakota Access Pipeline. Además de crear riesgos de salud y de mostrar el odio y el desprecio hacia los nativos americanos, ese oleoducto propicia muchos problemas en relación con los derechos humanos, la injusticia ambiental y la violencia sistemática. El Dakota Access Pipeline perpetúa lo que el colonialismo ha establecido y lo que el Estados Unidos blanco ha mantenido.

“Este país está construido sobre la premisa de que las élites ricas que aparecen en la cima, cuyo pasado se puede trazar hasta los europeos tomando las tierras de los nativos americanos como si tuviesen el derecho de hacerlo. Si observamos, el colonialismo desde el principio de la globalización contribuyó absolutamente a la inequidad, aún presente en el mundo actual. Los “perdedores” han enfrentado siglos “perdiendo”, y han sido vistos a través de la historia mediante la inferioridad que se les ha impuesto. Como esto ha estado ocurriendo por tanto tiempo, su dominación ha sido normalizada, y es cierto que los viejos hábitos son difíciles de romper.

Lamentablemente la opresión continua de las minorías se añade a la dificultad de normalizar la igualdad y la justicia para todos, pero especialmente ha añadido la facilidad de mantener las ventajas que se le dan a la clase alta y la normalidad de ello”. 

Y su rabiosa conclusión: “La indeseable Serpiente Negra de la tribu Sioux es una amenaza a su salud, no toma en cuenta la santidad de la tierra. Implica el cuestionamiento sobre los asuntos morales y los derechos humanos. Demuestra la violencia sistemática y la injusticia ambiental. Todas estas cosas han sido repetidas a través de la historia de Estados Unidos demasiadas veces; la construcción del Dakota Access Pipeline solamente alentará y habilitará a aquellos que están en el poder y creen que las ganancias anteceden a la gente, y a quienes creen que nuestro país ya le da a cada cierta persona derechos inalienables. Si así es como nuestro Estados Unidos trata a los nativos americanos, desafortunadamente no es un Estados Unidos donde todos los hombres son iguales”.

Por último, te digo que lo que motivó mi repaso de los trabajos de Valentina han sido las palabras de Franky Piña, director de El BeiSMan, a raíz de un análisis escrito por Vale y que recién tuvo a bien publicar.

Ella escribió sobre Don’t Be Afraid, Gringo que es la historia de la activista hondureña Elvia Alvarado: (http://www.elbeisman.com/article.php?action=read&id=1418). 

En su reseña Vale destaca cómo Alvarado da su testimonio de la realidad de la mujer campesina en Honduras, señala su llamado a los gringos que acuden a su país con donaciones y en plan de evangelizar a que se unan a su lucha, que se solidaricen de veras en vez de quedarse en su “voluntariado de turistas”. 

El libro expone las condiciones miserables del campesinado hondureño, narra la difícil situación de la mujer campesina que concilia la actividad política con su vida doméstica, en la que además enfrenta la oposición y el machismo del esposo, lo que considera la parte más difícil para llevar adelante la organización femenina.

Alvarado lucha desde hace décadas por reivindicar el derecho de ser escuchada como mujer, denuncia el sexismo y el machismo y la opresión y busca contribuir a cambiar esa realidad, a liberarse y, en fin, “ella ciertamente”, concluye Vale, “pavimenta el camino a otros activistas campesinos para realizar el cambio”. 

Así pues, un par de días atrás Piña su editor —dado que yo le mandé el trabajo de Vale— me escribió preguntándome su edad. “Por pura curiosidad intelectual”, me dijo, “¿qué edad tiene Valentina?”. Tiene 18, le respondí (los cumplió en noviembre), y entre otras cosas muy valiosas, en nuestra correspondencia Piña destacó: “Cuando leo a alguien tan joven y con ese nivel de conciencia, mi mundo se llena de esperanza”.

Sin duda es un sentimiento compartido, que además se expande abarcando la juventud toda. Las generaciones de jóvenes: comunidades de esperanza, o si prefieres: el plural de la esperanza.

Barack Obama —lo traigo a cuento porque es una persona a la que Valentina le tiene mucha consideración—, antes de dejar la Casa Blanca viajó a Perú a reunirse, entre otros actos, con jóvenes universitarios y en uno de sus últimos discursos como presidente destacó el papel de los jóvenes en el futuro del mundo… (por cierto, en estos días Obama retoma las actividades públicas, una de las primeras será precisamente con jóvenes de la Universidad de Chicago). En Perú el ex presidente les dijo a miles de estudiantes que en la actualidad, “más de la mitad de la población del mundo tiene menos de 30 años, lo que significa que su generación va a determinar el curso de nuestro futuro”.

Sí, no hay duda Franky, los jóvenes cambiarán el mundo, en ellos confiamos.

 

Raúl Caballero García, escritor y periodista regiomontano, para comentarios: caballeror52@gmail.com.