Poesía cubana: Rafael Díaz Pérez

Poesía cubana: Rafael Díaz Pérez

 

Corre a ese mar

a Gibara, a su playa

corre a ese mar y descúbrete en sus aguas
ofrécele a tu piel el fresco; el húmedo prodigio
—el verano es el tiempo avivado de una llama—
y antes, mucho antes tú
fuiste ardor sobre esa playa
una invención, un haz de luz entre sus olas. 

perdido en el extraño continente
no reencontrarás la semejanza,
las viejas aventuras son después recuerdos y nostalgias
y gritas en la noche del mundo cualquier nombre
pero la costa no enumera nunca sus naufragios. 

corre a ese mar y obtenlo
—entre los dedos puede aprisionarse la vida desgranada—
y entre los dedos reemplazarse la forma de las aguas
           —porfiadamente deslizables— 

corre a ese mar
hunde tu rostro, entrégale tu imagen a sus cristales rotos,
(se hacen luces tus ojos en diciembre) 

devuélvete a la plenitud de sales y de algas
plenitud del sol sobre el instante
como si ya todo se hubiera deslizado
desde la ausencia hasta tu cuerpo no elegible
para hacer el amor sobre la arena
y sólo quedar en ese mar, contra ese playa,
ofrecido al recuerdo.

 

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Gris entorno

Nada más temible.
—Ambrosio Fornet

impasibles / rebeldes
reconsiderados o no
en cualquier forma réprobos
alguna vez vistieron la impiedad
perdieron voz / definitud / valores.
en sitios oficiados por el miedo
les asignaron capítulos
de supuestas morales
rotundos censurables. 

(en ciertas épocas anidan
apócrifos del día y de la noche
entorno de espesores silentes que
la historia le aporta su cómplice callada
lazo diestro de fraguas corredizas
tambor de la doctrina que redobla y limita
zonas correspondientes o negadas
en ajuste divisor que instaura los confines) 

réprobos
integrar el gremio de los dóciles
la inmolación / el éxodo
no los libró de culpas
en cualquier forma
impasibles / rebeldes  
suya fue la impiedad / el juicio
la reprochable marca del opuesto.
por punidad / mudez / resignación
anonimados (sin cláusulas)
después se les concede referirse
a presumibles errores
impersonales causas
gris entorno de
un quinquenio culpable
sin causantes.

 

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Réquiem por espantapájaros

para Elmis García

permaneces
callada fabulación de centinela
viajero de la marcha desistida
bajo nubes mutables
con tu preferencia ocre por la tierra
el desafío a lluvias  
evasiones
vigilias y llegadas.
permaneces
entre las aves de enloquecida migración
que no siempre fueron la bélica amenaza
en que te aseguraron consistían
sus rasantes vuelos  
sus terribles cantos.
permaneces
más que en el espectro del cazador y su disparo
más que en la mutilación del blanco ánsar
en las breves maderas de tu cuerpo
que en orfandad irredimible terminaron
dispersas sobre el trigo.

 

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Razones del suicida

a los escritores suicidas cubanos de la década del 90: Raúl
Hernández Novás, Ángel Escobar y Reinaldo Arenas

Llamar a la zona inaccesible
en días del caos y la expectación final.
En un rostro ya distante se diluyen
los contornos del labio
donde la voz negó la urgencia.
Dueños de un espacio
y dueños
de apenas un reloj
como el que la Mc Cullers
enmudeció al quitar las manecillas
en desgarrador transcurso
pasamos por la vida
en insospechado movimiento.
¿Qué se puede hacer contra el recuerdo     las deudas
       los preceptos?
Los senderos padecen
la continua indiferencia del que cruza
provocada oscilación de sombras
certeza de la luz al indicarnos
—tuyo es aún     el tiempo—
Werther podría negarlo
y a la vez sufrir como cualquiera
toda tenacidad tiene algo de efecto imprevisible
un asumido riesgo
que nos paraliza frente a un rostro
esta vez superior a la belleza.
Ya me lo habías confesado
en breves elocuencias
               definitivas marchas
                     la no elegible opción.
Tengo delante de mis ojos
el más impresionista de tus gestos
código de límite en las islas
un espacio incambiable
obediencia asumida desde la voluntad
o acaso       desde el miedo. 

Llamar a la zona inaccesible
el cuerpo abandona la terrenal atracción de lo vivido
para buscar   otra gravedad que emite el universo
sustancia de la nada
evaporación suprema de las formas.

 

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Rafael Díaz Pérez. Poeta y narrador cubano. Asesor de programas culturales en la emisora nacional Radio Rebelde. Entre sus poemarios se hallan Eclipse o el precio de la luz (1999, Premio David Poesía 1998), Semejante a lo eterno (2005), La inversión de los confines (2009, Premio Luís Rogelio Nogueras 2008) y La vertical de los disturbios (2011).