Nudus

Nudus

 

 

When I die you will be the sole custodian of our memories

1

Entre todo lo que soy, no soy mi cuerpo.

No hay nada como sentir el aire deslizarse por la piel

No hay nada como sentir el fresco aliento de su luz

Y tras la ventana excitar los poros cóncavos

Y enclaustrados por la ropa, pieles de una cebolla

En la que me envuelvo o me escondo como caracol o tortuga.

 

No, no soy mi cuerpo. Estas yemas golpean el teclado y se sienten

Tan lejos como los dedos de otro cuerpo.

Mis ojos no miran los ojos reflejados en el espejo

Ni escucha mis oídos esa voz que responde a mis palabras,

Es una voz que, cuando escucho, pertenece a un desconocido,

A un desconocido que se llama Eduardo y que vive entre ficciones.

 

2

Los días de sol la ducha y la habitación son un único espacio

De destellos que se desvanecen contra mi piel iluminada.

 

Es esta piel la que se hace de puntillas corriente y deslizada

Por el trasunto sin prisas de la primera hora del día.

 

Desplegado en mi cuarto la cubre el sol con su bronce matutino.

Prende luz y se posa por descuido en los muebles, las sábanas

Y todo parece pigmentarse de una extraña sensación de estatua.

 

Qué difícil que me hunda en su volumen líquido y desbordado,

Entre los ángeles extraños que me amparan en estos momentos.

 

 

3

Me voy despojando de piel y me habito de otros atuendos

De fibra natural, tejidos en algún lugar del mundo y apropiados

Para el día que me apresta a no ceder a la pereza y a la melancolía.

 

Puede que sea menos apuesto o ajustado, pero me gusta ese cuerpo

Que se sumerge en el agua y se deja por las mareas de la mañana

Que anegan de color el dormitorio antes de que se conviertan

En alfileres o en prisiones de la prisa: llegar puntualmente, cumplir

Con las fechas y los rumores, conocer mi rumbo, no andar a ciegas.

 

Con esta vieja piel de agua estoy dispuesto a todo. La herida del tiempo

Ha dejado cicatrices inevitables, pero el día y su urgencia me recuerda

Que ya no soy el extraño de las fotos, aquel que no reconozco,

Que no recuerdo haberme reflejado en tu mirada o el espejo.

 

Aún soy la piel de mis años, la piel de mi destierro,

Y pronto me visto de esa piel que me cubre de nostalgia o frío.

 

 

4

Como en un espejo no me retrata la cámara de mi teléfono,

Con el manojo de unos y ceros de este sistema binario,

Abierto a alucinaciones de amistad y de cercanía.

 

En miniatura habito apenas a dos palmos de tierra,

El asiento de mi silla, la pantalla del portátil, los ojos del teléfono,

El silencio de las palabras que corren por el blanco de la página,

El murmullo continuado del aire acondicionado.

 

Vestido de palabras, de voces que suenan como pisadas,

Soy un turbio torrente que baja por la cuenca del teclado,

Con píxeles orientados hacia el final del verso.

 

Así, la vida nos habita y la vida se aleja con las prisas del tiempo.

Tan solo dejamos en este planeta la sombra de unos pies desnudos,

La huella de unos dedos manchados de tinta en el pasaporte cotidiano.

 

 

5

Ahora es el momento de definir si soy yo

O un seguidor desconocido de mi red virtual.

 

No soy yo ni mis circunstancias ni la voz escrita,

Ni tú eres palabra o poesía, eres la araña

Que teje mi querencia; eres el agua que arrastra

Y soporta el cuerpo. El cuerpo entero eres yo.

 

Luego seré el territorio de un país, la tierra sin explorar,

El cauce desbordado o el campo arado.

Mientras, soy yo no hecho a imagen de nadie,

Repetido en cada milímetro de mi piel, en cada ruta

De los hábitos y de las cosas.

 

Sereno algún día espero ser tú completo.

 

 ∴

Eduardo Urios-Aparisi es poeta y profesor asociado en el departamento de Literaturas, Culturas y Lenguas de la Universidad de Connecticut. Como poeta ha publicado en diversas revistas y un libro titulado “Las hormigas de oro” en una edición bilingüe en Chicago (2000). En la Universidad de Connecticut es co-director del programa de Literatura Comparada y estudios culturales y del programa de enseñanza de español. Como investigador es especialista en lingüística cognitiva y ha trabajado en la aplicación de la teoría de la metáfora conceptual al cine y al arte. Ha publicado un libro sobre el cine de Pedro Almodóvar titulado Puro Teatro: Metáfora y espacio en el cine de Pedro Almodóvar y en la actualidad trabaja en dos proyectos: uno sobre la metáfora del agua en el cine y otro sobre Picasso y la empatía. Además, ha estudiado el humor en la clase de español y en los medios de comunicación.