Escribir el barrio: narrativas migrantes como forma alternativa de habitar la ciudad en ‘De zorros y erizos’

Escribir el barrio: narrativas migrantes como forma alternativa de habitar la ciudad en ‘De zorros y erizos’

 

De zorros y erizos de Raúl Dorantes
El BeiSMan PrREs, Chicago, 2017, Segunda edición, 262 páginas, $15.00, ISBN-13: 978-1543032505

La construcción histórica y urbanística de una ciudad obedece a múltiples dinámicas que se contraponen unas a otras. En una primera instancia, hallamos la planificación institucional que constituye un trazado ideal impuesto a determinado espacio. Sin embargo, la ciudad proyectada puede ser modificada por las experiencias, las rutinas y las lógicas habitacionales de quienes la habitan. Esta dinámica se observa de manera muy clara en las distintas experiencias citadinas de los colectivos migrantes que viven en determinados enclaves urbanos. A lo largo de sucesivas generaciones, y no sin múltiples tensiones, los barrios de inmigrantes terminan modificando la lógica urbanística institucional, que debe negociar con estos colectivos las nuevas demandas.

Chicago ha sido un destino fundamental en las distintas rutas migratorias, primero europeas y luego latinoamericanas. Desde principios del siglo XX, el Southwest se ha constituido como un importante enclave para los y las migrantes latinas que llegan en busca de una mejor vida. El barrio de Pilsen es un claro ejemplo de cómo la experiencia diaria de las personas modifica la fisionomía de las calles y la ciudad en su conjunto. Hablar de Pilsen significa hablar de migración y también de sucesivas movilizaciones sociales. Las manifestaciones culturales, y muy especialmente la escritura, constituyen una parte importante del empoderamiento migrante. Esto sucede porque la batalla cultural es fundamental en la configuración de una ciudad alternativa y de una cartografía urbana contrahegemónica.

De zorros y erizos de Raúl Dorantes celebra todo el rico bagaje cultural del barrio a la vez que traza, a partir del gesto escritural del narrador, un Chicago alternativo. A lo largo del libro podemos rastrear diferentes estrategias de transformación de la lógica urbanística que la ciudad impone. En primer lugar, encontramos la urgencia que el narrador tiene por dar cuenta, a través de su escritura, de la vida de Pilsen y sus personajes. La voz narrativa reflexiona constantemente sobre su proceso de escritura y sus estrategias discursivas. Se trata de una metaescritura que propone un trazado alternativo de la ciudad.

El narrador es un inmigrante mexicano llamado Jacobo que tiene un trabajo precario como cocinero en un diner y está obsesionado por escribir un reportaje, que luego se transformará en crónica, sobre la gente de Pilsen. Hay dos tiempos narrativos: el pasado y el presente. Sin embargo, varios fragmentos de la reconstrucción de los sucesos pasados están escritos en modo condicional. Esto se debe a que la voz narrativa está construyendo constantemente un relato a partir de hechos pasados, mientras reflexiona sobre la estructura del mismo. De zorros y erizos se escabulle hábilmente de las definiciones rígidas de los géneros literarios. Es una novela que comparte formas y estrategias de escritura con el reportaje y la crónica. Casi al final del libro, Jacobo nos dice que el periodismo debe ser “roomate” de la literatura y de la vida para no convertirse en una producción de textos sin alma. Se trata del ideal vanguardista de fundir vida y arte. Es por eso que la escritura sobre la ciudad de Chicago y sobre Pilsen se constituye como forma alternativa de habitar los espacios. Escribir la ciudad es habitarla y trazar un mapa urbano contrahegemónico.

En segundo lugar, vemos la construcción de una comunidad, “la fraternidad”, a partir de las manifestaciones artísticas de todos los personajes que se relacionan entre sí a través de su indestructible voluntad creativa. Algunos de estos son: un pintor mexicano llamado Xul, quien constantemente se enfrasca en soliloquios en los que reflexiona sobre la pintura de distintos artistas o sobre la historia y la mitológica de México; Mauricio, un profesor peruano de español y apasionado por el cine; la Condolesa, una mujer uruguaya que asiste regularmente a distintas manifestaciones en la ciudad que se convocan por causas diversas; y Piotri, un cineasta polaco. Las reuniones se celebran en una iglesia en ruinas luterana a la que ellos llaman el “Templo de San Lutero”. Piotri ha conseguido robar luz de algún lugar cercano, por lo que en el lugar se pueden hacer fiestas y exposiciones. Así, la construcción en ruinas es revitalizada por las actividades culturales que la fraternidad celebra entre sus muros derruidos.

Una tercera estrategia es la intención de Xul de construir una especie de mito fundante que arraigue definitivamente a los inmigrantes en Chicago. Para esto el pintor piensa que es necesario que alguien de la comunidad muera y sea enterrado en el barrio. Este gesto de establecer metafóricamente raíces en la tierra a partir de un muerto se contrapone con la lógica vertical de la ciudad que se evidencia en la proliferación de los rascacielos. Xul vive en un tiempo mítico y está convencido que tiene la obligación de fundar un cementerio para consagrar la tierra de Chicago. El enterramiento ritual cumpliría la función de subvertir el borramiento histórico de los migrantes y reclamar el derecho que ellos tienen de llamar a Estados Unidos su tierra.

Las fechas en las que se desarrollan los eventos de la novela cumplen una función simbólica importante. La primera entrevista que Jacobo le hace a Xul coincide con el 4 de julio. Así que mientras los fuegos artificiales iluminan el cielo, el pintor está relatando la memoria larga del pueblo mexicano y también está comentándole a Jacobo acerca de la necesidad de fundar un cementerio latino en Chicago. La siguiente fecha en el relato es el 15 de septiembre, el día del grito de la Independencia de México, cuando las calles de la ciudad cambian su fisionomía y el espacio público se vuelve mexicano. El último de los días es el 12 de octubre, día de la conquista de América, que es la fecha que Xul elige para morir. Finalmente, él será el encargado de inaugurar el cementerio, para lo cual ha solicitado con anterioridad que se realice un ritual. La cuarta estrategia es la lucha política a partir de la movilización social que se articula mediante demandas muy concretas que van desde la defensa de la venta callejera de elotes hasta el reclamo por las acciones bélicas norteamericanas, o la protección de los inmigrantes indocumentados.

Las distintas estrategias que aparecen en la novela de Raúl Dorantes forman parte de la construcción de una contrahegemonia urbanística. Los personajes se convierten en sujetos activos en el funcionamiento citadino y en agentes fundamentales en la transformación urbana. En la dialéctica entre la planificación teórica de la ciudad y la experiencia concreta de sus habitantes se originan estas estrategias para habitar la ciudad. En De zorros y erizos la escritura es la estrategia que aglutina a todas las demás, a la vez que plantea una cartografía alternativa de la ciudad. Como es sabido, Pilsen se ha convertido en un referente fundamental de la literatura latina. Dentro de esta tradición literaria urbana, se inserta el libro de Raúl Dorantes, que logra construir una ciudad de Chicago fundamentalmente latina. Pilsen, al igual que muchos barrios actuales de las ciudades norteamericanas, también se escribe en español.

 

Valeria Canelas. Estudiante de postgrado de Notre Dame University, en Indiana.