El territorio de los chicos

El territorio de los chicos

Desfile del Orgullo en Boystown, Chicago

 

Hace seis años me mudé a un departamento en Lakeview y cuando mis amigos latinos me preguntaban por dónde exactamente vivía les daba de manera natural la referencia del Boystown, lo que siempre causaba en ellos una risita discreta que en el caso de mis amistades radicadas en México se convertía en expresiones de asombro al saber de qué sitio se trataba.

No faltó quien en alguna ocasión me preguntara alarmado: ¿Y ahí vives con tu hijo?, en referencia a mi entonces adolescente de 17 años, lo que me parecía la reafirmación de un esquema mental machista.

Tal vez por eso preferí sustituir la referencia del Boystown por el estadio Wringley Field, aunque estaba más lejos de mi departamento, con lo que solo cedí ante un prejuicio que persiste en nuestra cultura, principalmente entre las personas de mayor edad.

Boystown es el nombre popular que se le ha dado a una sección del vecindario de Lakeview delimitada informalmente por las calles de Irving Park Road, al norte, Broadway Ave. al este, la Avenida Wellington al sur y Sheffield Avenue en el Oeste, aunque los límites varían.

Esta zona es el primer sitio reconocido oficialmentecomo un “pueblo gay”en Estados Unidos. Además, se ha convertido en el centro cultural de una de las mayores comunidades de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) en la nación.

Su origen procede de la marcha que sus residentes organizaron en junio de 1970 en la calle Halsted, la cual se recuerda como el primer desfile del Orgullo Gay realizado en Chicago, que tenía el propósito de conmemorar el primer año de la revuelta en la Villa Greenwich de Nueva York.

El ayuntamiento reconoció esa zona hasta 1997, cuando se incluyó en un presupuesto de remodelación del área de 3.2 millones de dólares. Al año siguiente se construyeron en Halsted once pares de pilares art deco, que incluían simbólicos anillos de arcoíris (1).

La vida cotidiana en sus calles es tan normal como puede ser en cualquier otra zona de esta ciudad, gimnasios, restaurantes, cafés, tiendas de todo tipo, vecinos con caras amables, muchos de ellos caminando con sus perros, en un ambiente relajado.

Hay también festivales de arte en sus calles, una feria anual de comida, edificios históricos, galerías, librerías, centros de conferencias y teatros. Por las noches la actividad aumenta pero no es menos segura, con una población mayoritariamente masculina que hace largas filas para entrar a ciertos bares, algunos de los cuales ofrecen show stripper.

Fuera de ocasionales muestras efusivas de afecto de alguna pareja, la población de Boystown no tiene la costumbre de hacer pública su preferencia sexual y tampoco se trata de una zona roja de perversión y peligro como algunas mentes insisten en calificar a la comunidad LGBT.

En este sitio se puede caminar en la madrugada con seguridad y aún cuando sus visitantes se encuentren en estado de ebriedad nunca pierden el respeto hacia los transeúntes.

No hay forma de saber si una persona es LGBT, porque es un vecindario elegido para vivir también por estudiantes y parejas heterosexuales con hijos. Si acaso alguna vez encontrarás caminando algún gay demasiado femenino en su vestir y actuar, aunque esa conducta se deja para el desfile del Orgullo y el que se realiza en temporada de Halloween.

El primero de ellos se realiza en junio, atrae a más de 200 mil personas, cuenta con una participación promedio de 250 carros y grupos festivos. Es más común que en esta marcha los bisexuales y transgénero utilicen ropa llamativa mientras que la mayoría acude vestido como cualquier otro día, solo portando algún cartel o la bandera del arcoíris (2).

En el segundo, entre monstros e imitaciones de personajes de películas, políticos, y hasta recreando alguna noticia, desfilan gays perfectamente caracterizados como mujeres, caminando solos, dentro de un carro alegórico o cuadro artístico preparado con otros participantes.

En esa zona destaca el funcionamiento de centros de fe de distintas religiones, como tres sinagogas judías; una iglesia presbiteriana; una iglesia episcopal “Our lady of Mount Carmel”, residencia de un obispo auxiliar de la Arquidiócesis Católica de Chicago, así como el templo y extensión de la Arquidiócesis de Gays y Lesbianas, creada por el cardenal Joseph Bernardin.

El Centro Halsted es un punto central de encuentro y toma de decisiones de la comunidad LGBT, que ofrece todos los días programas públicos y diversos servicios sociales, deportivos, de entretenimiento, educativos y de salud, incluyendo pruebas de VIH. 

Este centro es el más grande de la comunidad gay en el Medio Oeste, con una asistencia promedio de mil visitantes diariamente. Fue fundado hace más de 40 años y remodelado en el 2007 con 20 mil dólares recolectados de donaciones (3).

Boystown no es realmente un apodo, y aunque tampoco es su nombre oficial es la palabra que identifica al núcleo de la comunidad gay de Chicago, y principalmente un lugar donde se promueve la igualdad y la no discriminación.

 

Fuentes

1).- Chicago Neighborhood y suburbs. Guía editada por Ann Durkin Keating, Universidad de Chicago 2008, p.113.

2).-Secret Chicago 2002, Consulado de Ontario Canadá, pp. 50 y 52.

3).-Página online del Centro Halsted

Flavia Irene Rodríguez. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Durante más de 30 años ha ejercido su carrera en distintos medios informativos, principalmente en el área financiera, aunque su pasión es la cultura y la política.

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