Carmen Ollé: “La irreverencia no debe perderse nunca”

Carmen Ollé: “La irreverencia no debe perderse nunca”

 

La poeta peruana Carmen Ollé visitará Chicago como parte del Programa Cultural de Primavera del Departamento de Lenguas Modernas de DePaul University, Celebración de Nuestra América y Peruvian Arts Society. Carmen Ollé junto a Blanca Varela son consideradas las poetas peruanas más reconocidas en el mundo de las letras. El BeiSMan le mandó un cuestionario a la poeta Ollé y las siguientes son sus respuestas.

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Escribir ¿para qué? ¿para quién? ¿por qué?
Esa pregunta la habría contestado de muchas maneras hace siglos, ahora escribo cuando tengo un proyecto; es decir, cuando se me viene a la mente una idea, un tema, como por ejemplo hace unos meses me provocó hacer algo que llamé como “filoterror”, eso después de haber leído una serie de novelitas de terror del siglo XIX y me metí en el proyecto, espero que salga pronto publicada, es una novela corta. Entonces, la respuesta casi no es una respuesta categórica, escribí esto último porque me provocó hacerlo; y ¿para quién? Pues para todos y para nadie en particular, para quien le guste.

Tenemos a los modernistas, a la generación del 28, etc., ¿ve usted alguna corriente, un movimiento actual?
En poesía, veo varios estilos contrapuestos: unos van por la poesía de ideas, otros y otras por el neobarroco; e incluso hay personas que vuelven a revalorizar las rimas, la métrica, el soneto. Y lúdico también. Es decir, como decía el poeta Rodolfo Hinostroza: la poesía actualmente utiliza todos los estilos y hasta los mezcla como en la cocina; él era un amante de la buena cocina. 

¿Considera usted que hace poesía de la ruptura, poesía retro u otro tipo de poesía?
Ahora me dedico más a la prosa, y la poesía está inmersa en el estilo de mi prosa. Lo que sí he hecho es corregir y revisar poemas muy antiguos y con mi experiencia de conductora de talleres les he dado una versión nueva, ni retro ni rupturista, simplemente leyendo en voz alta para darme cuenta si el poema logra su objetivo, dejar alguna huella en el ánimo del lector. 

En un cuento de George Steiner, una horda de poetas recorre la devastación y salva al mundo, ¿cuál para usted es el poder de la poesía? ¿cuál, su función en la vida actual?
La poesía que más me gusta y puedo leer sin cansarme en momentos incluso melancólicos es la poesía japonesa y china desde los siglos XI hasta el XVII, poesía del Mono no Aware, los haikús de Basho, de Issa, etc. Pues ellos dicen muchas cosas intensas que me dejan como hipnotizada. La poesía tiene esa función, llenarte de nostalgia hacia lo efímero bello, pero la gente vive apurada y no se da cuenta de ello.

Han transcurrido más de 35 años desde la publicación de Noches de adrenalina, ¿cómo ha cambiado su discurso poético de 1981 a la fecha? ¿Sigue siendo necesaria la poesía irreverente?
La irreverencia no debe perderse nunca, pero hay formas de serlo sin ser ni procaz ni vulgar, como la de Cavafis por ejemplo; pero también hay poesía oscura y extraña como la de Pizarnik, la de Trakl, la de Vallejo, no hay fórmulas ni pautas rígidas, lo que importa es el resultado, el poema mismo.

Pero yo como repito estoy más interesada en la prosa, incluso en el teatro Noh, he escrito tres piezas en ese sentido, admirando a Mishima que acercó ese extraño teatro al lector contemporáneo.

¿Ha cambiado el contexto social para la mujer que escribe poesía?
Sí, mucho, en distintos sentidos: por una parte a la mujer se la lee como escritora y no como mujer que escribe, eso es bueno; pero por otro también existe la frivolidad de la moda en algunos ambientes que buscan en la escritora a la mujer atractiva y deseable. 

¿Poeta preferido?
Por pasión juvenil: Rimbaud; su vida, su belleza, mi fantasía. Por su poesía que me fascina Matsuo Basho, pero hay más, muchos más, no me quedo con uno solamente, soy en eso un poco promiscua. Y así debe ser. 

¿Poeta faro?
Los faros me gustan pero en las orillas del mar, no se me ocurre algo así. Pero si me aparto de la poesía y paso a la prosa, te puedo decir que los narradores rusos me encantan, entre ellos Vladimir Nabokov e Irene Nemirovski. 

¿Rutina, manías, ritual para escribir?
No las tengo, pues entre tanta rutina casera y el trabajo debo buscar el momento y el lugar adecuado, eso sí, a mí me gusta escribir en las cabinas públicas, algo que ha desaparecido en muchos sitios, pero abundan en Lima, no me gusta hacerlo en mi escritorio, me aburre mi cuarto. Me gusta esa soledad rodeada que percibo en la cabina pública.

¿Inspiración o perspiración?
Algunos hablan de disparadores, y sí los hay, de pronto te das cuenta de que eso que escuchaste, que viste o leíste es el punto de partida, por eso hay que tener los oídos y los ojos alertas. No uso audífonos para aislarme del mundo. 

¿Poesía por Twitter?
No entro nunca a twitter.

 

“¿Qué significa ser mujer y escritora?” con Carmen Ollé
Sábado 8 de abril a las 5:00 p.m. Schmitt Academic Center Room 161, 2320 N. Kenmore Avenue.

 

Poemas de Carmen Ollé

Carmen Ollé. Poeta, escritora y crítica literaria peruana. Nació en Lima; estudió educación y se especializó en lenguaje y literatura en la Universidad Mayor de San Marcos. Es autora de varios libros de poesía, prosa y narrativa. Ha ejercido el profesorado en Perú y New York. Fue presidente de la Red de Escritoras Latinoamericanas. Es autora de Noches de adrenalina (1981), Todo orgullo humea la noche (1988), Las dos caras del deseo (1994), Una muchacha bajo su paraguas (2002), Retrato de mujer sin familia ante una copa (2007), Alcones en el parque (2011), Monólogos de Lima (2015), entre otros.