Carlos Barberena: arte y compromiso

Carlos Barberena: arte y compromiso


"Madre del desaparecido", de la serie Años de miedo.

 

En estos días, comienza a circular el libro Barberena, compendio de grabados del artista nicaragüense. La pintora Alma Domínguez recorre la vida, la obra y el compromiso de este maestro grabador.

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Conocí la obra de Carlos en 2008, en la página española de Artelista que es una red de artistas que yo utilizaba frecuentemente. La serie de Años de miedo fue su carta de presentación para mí, una serie de grabados poderosos tanto en imágenes como en discurso. Esos grabados me impresionaron fuertemente, en ese entonces yo tenía poco de haber llegado a Chicago de Ciudad Juárez. Allá había visto muy de cerca la problemática de los feminicidios. Estudiaba la universidad mientras llegué a tratar con los familiares de las muchachas desaparecidas o asesinadas. Recuerdo que el grabado Madre del desaparecido fue uno de los primeros trabajos que conocí de Barberena. Esta obra me tocó fibras muy sensibles ya que es una suma de tantos gritos, angustia y cansancio de muchas mujeres que no importando su ubicación geográfica tienen algo en común: aún no encuentran a sus hijxs. Por lo tanto, comparten este sentimiento, esta impotencia y las une la esperanza de que mientras no tengan el cuerpo, su hijx aún puede seguir con vida. La serie Años de miedo tiene una aparente simplicidad del trazo, pero se requiere mucho colmillo para lograr esta síntesis en una obra. Desde ese momento comencé a admirar su trabajo. Entonces empecé a buscar su obra anterior, y encontré obra muy diversa, siempre de denuncia y comprometida con un sector de la población en específico: con la gente que ha sufrido injusticias y que tienen una voz que por lo general es ignorada. 

En la diversidad del trabajo de Carlos podemos encontrar pintura, dibujo, arte objeto, escultura e inclusive murales, pero la maestría y dominio que ha logrado en el grabado es remarcable. En lo personal, siempre me he sentido atraída por el grabado, como mexicana es difícil no remitirse al Taller de Gráfica Popular. Su función fue vital para la propagación de ideas en tiempos donde había tanto descontento social en México —gente alebrestada, pero con altos niveles de analfabetismo—; por lo tanto, las imágenes en periódicos rojillos eran de vital importancia para contextualizar el movimiento social.

Sin embargo no fue hasta que nos conocimos personalmente y después de muchas averiguatas nos volvimos amigos y pude conocer un poco más de su historia. En aquel tiempo pude ver más claro el bagaje que cargaba. Carlos es nicaragüense y de niño su maestra de pintura le dijo que no sabía dibujar. En un momento la maestra se deshizo del dibujo de una botella en el que Carlos se había esmerado. Él la quería dibujar diferente. No quería seguir a los demás. La maestra no lo entendió y simplemente consideró que aquella botella cubista era un torpe intento de alguien sin habilidades para las artes (qué estupidez, a mí me encantaría ver esa botella). Después de este incidente, el joven Barberena decidió no volver a dibujar.


"Santo Pollero", de la serie Master Prints.

Años más tarde, Barberena se vio forzado a viajar a Costa Rica como refugiado. A sus 14 años se exilió a causa de la dictadura y la guerra civil. Ya en su nuevo hogar, lejos de sus amigos, de su barrio, de su tierra y sintiéndose ajeno a donde ahora habitaba retoma el lápiz, la pintura y agarró vuelito. El quehacer artístico se convierte en esa válvula de escape tan necesaria (indispensable) para muchos. Empieza a vender su obra y desde los 18 años vive de su arte.

En el 2007 Carlos conoce el trabajo de Posada en México (lugar en el que estuvo de paso por una residencia artística). Esto fue un trancazo. Visual y conceptualmente quedó atrapado por el lenguaje del grabado. Este viaje a México fue una parada necesaria para su transición a una nueva etapa creativa donde comenzó a enfocarse exclusivamente en el grabado, y esto ya en la ciudad de Chicago. 

Barberena hoy en día es un grabador con una técnica depurada, de línea fuerte y limpia. Es dueño de una amplia obra con contenido que te puede hablar tanto de la sociedad de consumo en la que vivimos como del migrante que se la juega al cruzar la frontera, de Monsanto, Trump o de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Reinterpreta obras clásicas hasta hacerlas suyas, nos invita a cuestionarnos y a reflexionar. 

Carlos organizó los encuentros de La Calaca Press International Print Exchange durante tres años consecutivos, con grabadores de más de 30 países. Exhibieron en Estados Unidos, Nicaragua, Pakistán, Hong Kong, Australia, entre otros. Pero independientemente de todo esto, Carlos es un amigo generoso. Él me recomendó hace más de un lustro con la persona en Chicago para presentar mi primera exposición individual. De igual manera, gracias a su invitación he tenido la oportunidad de exponer durante tres años en Nicaragua en el Festival Fusión en la Casa de los Tres Mundos. Carlos comparte sus conocimientos sin reserva, habla de procesos, materiales y recomienda herramientas. Siempre está ahí cuando se necesita echar la mano para alguna recaudación de fondos para causas sociales. En resumidas cuentas es un amigo de alma antigua, talentoso, divertido, generoso con sus conocimientos y con su obra, comprometido y siempre al pie del cañón.

 

 

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Alma Domínguez. Directora de eventos de OPEN Center for the Arts. Fundadora de Pintoras Mexicanas. Recibió una Licenciatura en Psicología y una Maestría en Ciencias Sociales, obviamente eso no la hace periodista ni escritora, lo cual no le preocupa. Ella es más feliz cuando vende garnachas los domingos y entre semana trabaja como Financial Advisor.

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El libro Barberena: Master Prints se presentará en Pilsen Outpost, Chicago, el sábado 10 de diciembre a las 7:00 pm.