Ana Colchero: entre la creación literaria y el activismo

Ana Colchero: entre la creación literaria y el activismo

Ana Colchero se graduó de economista en la UNAM y estudió actuación en Francia. Incursionó en el mundo de las telenovelas y en la pantalla grande también, pero el éxito en el mundo del espectáculo no fue un fin sino un medio para seguir creciendo como humanista. Es autora de varias novelas y su empatía por las luchas sociales ha hecho que su voz resuene más allá de las redes sociales. Recientemente estrenó el documental Cómo funciona el capitalismo y El BeiSMan aprovechó la ocasión para entrevistarla.

Después de haber alcanzado el éxito como actriz tanto en la televisión nacional como extranjera, decides dejar la televisión y te entregas al activismo, especialmente a las causas indígenas mexicanas. ¿Qué te lleva a dar ese paso? ¿Por qué a los indígenas y no a la clase obrera, o a la mujer, por nombrar dos ejemplos?
En el 2001 decido dejar la actuación, pero para dedicarme a la escritura. Mi relación con la causa zapatista se remonta a 1994. No realizo ningún activismo, sino que me involucro de la manera que puedo con los movimientos que me parecen importantes y con los que coincido; el de mayor relevancia, por supuesto, es la construcción de autonomía en los territorios zapatistas. 

Después de dejar la actuación en el 2001, en 2004 terminé Entre dos fuegos, novela política e intimista, que en el 2006 publica editorial Planeta. Ya para entonces había comenzado Los hijos del tiempo, novela de ciencia ficción que transcurre en el 2060 en Nueva York, y que publica, en 2012, Suma de Letras, en México, y La esfera de los libros, en España.

En el 2013, publico por medio de un crowdfunding, preventa por internet, mi novela negra sobre la violencia en México, Nacemos muertos, que se puede adquirir en http://nacemosmuertosanacolchero.blogspot.com.es, junto a tres novelas cortas: El otro lado del tiempo, ciencia ficción en el París de 1736; El misterio del Chez Rostand, thriller en un restaurante tres estrellas Michelin; y Por mi propia mano, que transcurre en Manhattan en el 2001.

Se han cumplido 20 años del levantamiento zapatista y 30 de la fundación del movimiento. ¿Qué ha ganado y qué ha perdido el Zapatismo? ¿Cambió la percepción de la sociedad hacia los indígenas en México? ¿Mejoraron las condiciones de los zapatistas?
Los zapatistas han logrado algo descomunal, construir su autonomía del gobierno mexicano y del sistema capitalista, en las condiciones más difíciles imaginables, con todo en su contra y en medio de un constante hostigamiento. Los factores determinantes para ello fueron la claridad de la situación y la dignidad. La única manera de salir de forma definitiva de la perversa relación de subordinación y sometimiento, era lograr su autonomía, y para ello no podían hacer concesiones y no las hicieron. El gobierno siempre los iba a traicionar, y el capital siempre trataría de aprovecharse económicamente de ellos y de sus riquezas, así que con un trabajo democrático en serio, por medio de asambleas, se construyen las Juntas de Buen Gobierno desde hace diez años, con lo que se consolida la autonomía zapatista. Las condiciones de los zapatistas por supuesto que han mejorado, si como bienestar se entiende el bienestar comunitario y la dignidad de los pueblos, pero si se mide en términos capitalistas, imagino que no comprenderemos el inmenso avance de estas comunidades, que por otro lado, nos marcan el camino a todos, y esto no es demagogia indigenista ni mucho menos, lo digo como economista.

La percepción de los indígenas en México varía por grupos sociales.

Se dice que México es un país democrático e incluso —algunos intelectuales ayer de izquierda, luego simpatizantes del PAN y hoy “independientes”— aseguran que México es un país mayoritariamente de clase media. ¿Será verdad mientras amplias zonas de México se desangran o se levantan en armas contra los carteles de la droga? ¿Acaso es México más un estado fallido que una democracia?
No conozco a nadie que se diga con datos objetivos que México es un “país mayoritariamente de clase media”. Tampoco nadie con un mínimo de seriedad podrá definir a México como democrático. La pobreza en cifras oficiales, solamente, alcanza el 52% de la población; la impunidad de los delincuentes es mundial y escandalosamente notoria; el narcogobierno ya no hay quien lo ponga en duda; y la recesión es indiscutible.

En marzo se celebra el mes de la mujer. ¿La mujer mexicana ha alcanzado la igualdad frente al hombre? ¿Hay similitudes entre la mujer indígena, la trabajadora, la política, la activista?
Depende en qué rubros de igualdad se hable: a nivel laboral, no; a nivel judicial, no; a nivel social, depende del entorno. Para que haya justicia para la mujer, debe haber justicia para la sociedad. No creo posible superar las injusticias originadas por ser mujer, mientras siga existiendo una sociedad basada en la ganancia. Seguirá habiendo trata de blancas, prostitución y mano de obra diferenciada por sexos, con los consecuentes conflictos laborales derivados de la maternidad, por ejemplo. El capitalismo no permitirá nunca, por supuesto, la igualdad en ese terreno. 

¿Qué papel juegan las redes sociales en el activismo en nuestros días? Y en tu caso, ¿cuál ha sido la reacción de los cibernautas?
Es fascinante, por supuesto. Poder estar en contacto con miles de personas afines por todo el mundo es una realidad inconmensurable para acelerar el conocimiento y la nueva organización de la sociedad. Hoy las nuevas tecnologías pueden ayudarnos a dar el salto definitivo. De hecho, el 15 de enero realicé el estreno mundial de un documental en el cual me pasé más de dos años trabajando, titulado Cómo funciona el capitalismo donde respondo más profundamente la pregunta. Como economista quería aportar la explicación sobre las leyes internas del capitalismo y no sólo sus síntomas, pues esos ya todos los conocemos y padecemos. Poder compartir con más de 20 mil personas este documental, no sería posible sin internet y menos aún entablar discusiones sobre el mismo, en todo el mundo.

A nivel internacional se han dado movimientos sociales en los cuales han caído desde dictadores hasta gobernantes corruptos, tomando en cuenta tanto la violencia, el fraude electoral como la pobreza en México. ¿Por qué no ha sucedido algo similar en México?
¿Cómo que no? Están ahora mismo en los titulares de todos los periódicos. De hecho, hemos estado hablando de esto en la entrevista. La movilización del magisterio; las policías comunitarias en Guerrero desde hace 18 años; los grupos de autodefensa; las resistencia de pueblos contra la minería, las presas, etc. Y cuidado, que en algunos países se ha tirado un dictador para poner a otro, muchos de los movimientos han sido financiados directamente por el beneficiado y sus aliados, léase la CIA. 

¿Cuál es tu relación con los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos?
Con los mexicanos que están “del otro lado” siempre he tenido una relación sorprendentemente cómoda, amable y respetuosa, pues para mí son dignos de todo mi respeto y mi aprecio, porque representan lo mejor de nosotros. No lo digo con tono demagógico o para hacerle la barba a nadie, sino porque año con año han demostrado, por un lado, una valentía que no todos tenemos al ir a un sitio ajeno, hostil y competitivo, la mayoría de las veces, como ilegales, y ya ahí , trabajar como el mejor para mandar la inmensa cantidad de dinero que envían a sus familias y que ha sido el sostén no sólo de ellas, sino también del país, pues son el segundo rubro de divisas, después del petróleo; ahora será el primero. Pero además, no sé bien porqué, pero con mis paisanos allá me siento como en mi casa, a veces, más que en México mismo; es algo curioso, y también por eso en mi novela Nacemos Muertos, los paisanos “del otro lado” están muy presentes.

Nadie como un mexicano en EU puede entender las contradicciones del capitalismo, de los contrastes entre países, y lo duro que es la vida en un país que parece ofrecer de todo, pero para lograrlo se requiere de un esfuerzo muy grande, y ellos lo enfrentan con valentía y con humor. Me caen a toda madre y los respeto un montón, la neta. Un abrazo a todos por allá.

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