Author: Violeta Orozco
Y así quieren que salgamos de la caverna. Está cabrón. Me sacan a la luz sin esperar que me hiera toda esa violencia. La violencia de la luz, de dejar la casa de mi esposo sin saber nada, sin cambiarme de país ni de jefe.
Además de la confrontación con disciplinas que han sido utilizadas como arma en contra de la conciencia en ciernes del sujeto femenino, Arco de histeria es una obra que construye un contradiscurso que cuestiona el poder de enunciación de los sujetos masculinos, su agencia aparente, su privilegio desproporcionado. A orillas de la gran valla de la marcha del 8 de marzo en CDMX cabe preguntarnos, ¿quién es el histérico ahora?
Pensábamos que no teníamos precursoras, que estábamos solas, que nunca había habido lesbianas, disidentes sexuales y políticas, guerrilleras, poetas, activistas, comunistas, socialistas, marxistas. Que habíamos nacido solas y moriríamos solas, que el único tema posible en la literatura era la vida de los hombres y de los mártires. Que las mujeres sólo recibían atención si eran Santa Ágata a la que le cortaron los pechos o Santa Lucía a la que le sacaron los ojos...
Qué milagro que esta mujer se hizo escritora en un mundo de hombres que hizo todo por volverla invisible e ignorante. ¿Cómo hizo para conseguir ese conocimiento? ¿Quién se lo vendió? ¿A quién se lo robó? Como si ella no hubiera podido producirlo por sí misma, como si la ignorancia inducida por ellos siguiera siendo exitosa en tanto que sigue causando maravilla el que una mujer logre no sólo asimilar conocimiento sino producirlo; venciendo los desproporcionados intereses de un mercado literario que continúa favoreciendo historias coloniales...